El final de las relaciones de pareja, salvo contadas excepciones, es un momento doloroso, precedido casi siempre de tensiones, hostilidad y disputas de las que el hijo o la hija es testigo. Es el punto final de un proyecto de vida que se inició con amor e ilusión.
Sin embargo, al terminar la relación se deja de ser pareja, pero cada uno de sus miembros seguirá para siempre siendo el padre y la madre de su hijo.
Suele ser habitual que en alguno de los miembros permanezcan sentimientos negativos de odio, venganza y rencor. Con esos sentimientos la tentación suele ser utilizar al hijo o a la hija como arma arrojadiza e instrumento para atacar a la expareja. Expresiones como "no volverás a ver a tu hijo", o similares, van en esa línea.
Pero no lo olvide, cuando se actúa de esa manera, la primera y principal víctima es el propio hijo o hija, por ello, no lo utilice.
La separación de la pareja es vista de manera diferente de la perspectiva del hijo:
1º. Él comprueba que papá y mamá han dejado de quererse y en su interior surge la duda: "¿dejarán de quererme a mí también?"
2º. Desde su perspectiva siguen siendo su papá y su mamá, los querrá y admirará por igual y necesitará de ambos en la misma medida. Si alguien habla mal de uno de ellos será doloroso para él, si además lo hace uno de sus progenitores, todavía más.
3º. Es frecuente que aparezcan en el niño sentimientos de culpa. Creerá que él es la causa de que la pareja se haya roto.
¿Qué pautas se pueden seguir?
Cada pareja es un caso particular. De todas formas aquí les ofrezco unas pautas básicas de actuación que como mínimo deberían mantener por el bienestar psicológico del niño o niña:
1º. Explicarle la situación de manera conjunta.
Siempre que sea posible, es necesario que la pareja, de manera conjunta, le explique cómo queda la situación: "papá y mamá vamos a dejar de vivir juntos, pero te vamos a seguir queriendo igual y seguiremos cuidándote..."
2º. Eliminar esperanzas de reconciliación.
Deben dejarle claro que la pareja se ha roto para siempre y no alimentar ninguna falsa esperanza de reconciliación.
3º. Eliminar sentimientos de culpa.
Deben dejarle muy claro que es una decisión que toma la pareja, como personas mayores, que él está totalmente al margen y que no ha tenido nada que ver.
4º. Favorecer la relación y comunicación.
Si de verdad quieren al hijo o a la hija y desean que este trance tenga el menor impacto posible, deben favorecer la relación y comunicación con papá, mamá, los abuelos, tíos, etc. Es algo que necesitan estos parientes, pero sobre todo lo necesita el niño o la niña.
5º. No hablar mal de la expareja.
Desde la perspectiva del niño siguen siendo su padre y su madre. Los comentarios negativos sobre estos resultarán especialmente dolorosos. Si es necesario, aleccionen a los abuelos y familiares para que cumplan esta norma.
6º. No trate de sonsacarle información.
Tratar de sonsacar información de la expareja puede ser especialmente dañino para el niño. Le obliga a tomar partido por una de las partes y aumenta los sentimientos de culpa y traición hacia uno de sus progenitores.
7º. Consensuar y mantener normas básicas.
En la medida de lo posible deben acordar unas normas básicas respecto a comportamiento, estudios, hábitos... y mantenerlas. Que uno de los progenitores sea exigente y otro todo lo contrario, tampoco favorece la educación del niño.
8º. Mantenga informado o informada a la expareja.
Como padre o madre que son tienen derecho a estar informados de la vida del niño y de sus acontecimientos vitales. Hoy en día no tenemos excusa para informar con los medios que tenemos a nuestro alcance: telefonía, correo electrónico, SMS... Informe de las revisiones médicas, si cae enfermo, de las calificaciones escolares, de sus estudios, de las actividades de tiempo libre...
9º. No trate de comprar al niño o niña.
Tratar de ganar el afecto o el reconocimiento del niño con regalos o similares suele ser contraproducente a medio plazo. Peor aún si con ello trata de compensar otras actitudes que debería mantener como padre o madre. En poco tiempo descubrirá la estrategia y simplemente se valdrá de ella para chantajearlo.
10º. Consejo final.
Como padre o madre, su hijo lo que necesita de usted es que le preste atención, que le dedique tiempo, que se implique en su vida y sus intereses, que pueda presumir de usted, que sea respetuoso con él y con su expareja, que le exija y que lo siga queriendo y amando.
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