¿Te atreves a convertirte en un buen contador de cuentos?

Tus hijos seguro que te lo agradecerán.

Nadie pone en duda la importancia de los cuentos en la creación del hábito lector. Pero los cuentos entran en el universo infantil a través de los propios padres y madres.
No se trata solo de escoger qué tipo de cuentos son los apropiados según la edad y la personalidad de cada chico/a, si no también implicarse en la narración del cuento, ya que los niños/as la prefieren a la simple lectura.

La narración de cuentos aporta las siguientes ventajas a los pequeños:
- Mejora la atención.
- Crea un ambiente de complicidad entre padres e hijos.
- Al ser más libre, permite la participación del pequeño.
- Fomenta su creatividad y estimula su imaginación.
- Relaciona libro con momento de ocio.

Pero para conseguir que los niños/as no se dispersen durante la narración de un cuento es importante hacerlo bien. Cualquier cuento, por bueno que sea, puede acabar siendo aburrido si un narrador/a no lo sabe expresar correctamente. De la misma manera, un narrador/a puede darle una emoción e interés a un relato que leído no habría conseguido el mismo efecto.

Algunos consejos para hacer una buena narración:
- Cuida la pronunciación, hazla pausada, correcta: vocaliza.
- Vive la historia. Si tú vibras con ella, tu hijo/a lo hará también.
- Tu herramienta principal es la voz. Narra en un tono medio, para que puedas susurrar cuando el cuento lo pida o alzar la voz cuando lo necesites.
- Apoyate en los gestos y la mímica. No hagas una narración plana.
- No tengas miedo a exagerar. Estás contando un cuento, nadie quiere que en ese momento te comportes como alguien serio y comedido.
- Cuida el ritmo de la narración. No siempre se ha de hablar despacio. Habrá fragmentos que necesiten que los cuentes más rápidos para darle más emoción. También necesitarás de vez en cuando una pausa que aumente la intriga.
- No estás solo. Cuenta con el niño/a, deja que se introduzca en el texto, que lo moldee y lo viva.
- Recuerda que un cuento oral no es igual que uno escrito. A veces tendrás que prescindir de recursos literarios, artificios de estilo o descripciones que serían necesarias en un relato escrito.
- Es importarse saberse el cuento, pero no lo memorices. Precisamente esa reproducción encorsetada es lo que tratamos de evitar con la narración oral.
- El cuento es un regalo para tus hijos/as. No olvides contarlo con amor.

Ahora ya no tienes excusa. Atrévete.
¡cuéntale un cuento!

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