Se casaron el Cielo y la Tierra a quienes los griegos llamaban Uranus y Vesta. Tuvieron dos hijos, el mayor un gigante llamado Titán y el segundo Saturno (que era el Tiempo).
Por ser primogénito el Universo pertenecía a Titán, pero debido a la insistencia de su madre, se lo cedió a Saturno con la condiciónn de que no había de criar ningún hijo varón. Saturno se lo prometió pero cuando se casó con Cibeles tuvieron mellizos, una niña llamada Juno y un niño al que pusieron Jupiter.
Cuando Titán se enteró, declaró la guerra a su hermano, al cual venció y puso preso. Pero cuando Jupiter fue mayor, liberó a su padre y Titán y los demás Titanes (sus hijos) fueron vencidos por él.
El destino había advertido a Saturno que su hijo le quitaría el reino, el Olimpo o Cielo, así que persiguió a su hijo; pero no pudo vencerle y Jupiter lo desterró del Olimpo. Saturno se refugió en Italia en una ciudad llamada Roma.
Representan a Saturno como un viejo con grandes alas para representar lo aprisa que vuela el tiempo; con un reloj de arena en una mano y una hoz en la otra.
Cibeles y Saturno tuvieron más hijos Neptuno, Plutón y Ceres de quienes hablaremos más adelante.
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